
En los últimos años, los NFT han perdido algo de su antigua gloria: si antes se creaban diariamente multitud de tokens no fungibles, el precio de algunos alcanzaba millones de dólares, y existían muchísimas plataformas de NFT, campañas publicitarias y demás. Sin embargo, en 2025 la situación en el sector de los NFT es poco alentadora: los volúmenes de comercio de tokens no fungibles están cayendo, y aquellos ejemplares que antes valían una fortuna, hoy cuestan significativamente menos. No obstante, los tokens no fungibles siguen siendo un invento bastante prometedor con múltiples esferas de aplicación. En este artículo, analizaremos detalladamente qué es un NFT, cómo funcionan, dónde se aplican, las formas de ganar dinero con ellos, así como las perspectivas de desarrollo de esta tecnología en el futuro cercano.
NFT (Non-Fungible Token) es un token digital único que representa el derecho de propiedad sobre un objeto o contenido específico. A diferencia de los tokens fungibles, como BTC o ETH, cada NFT es único y no puede ser reemplazado por otro token de forma equivalente (uno a uno).
Los NFT pueden utilizarse para confirmar la autenticidad y el derecho de propiedad de activos digitales, como obras de arte, música, vídeos, objetos de juego e incluso bienes raíces virtuales. Permiten a los creadores monetizar su creatividad y a los compradores estar seguros de la singularidad y autenticidad del contenido adquirido.
Además, los tokens no fungibles pueden usarse como un pasaporte de una persona o un voto en una votación; básicamente, cualquier cosa que confirme la autenticidad de algo. Sin embargo, los NFT, por así decirlo, no han llegado a las masas: por alguna razón, su uso hoy en día está muy limitado, aunque, en teoría, el desarrollo es bastante único; con su ayuda se podrían implementar multitud de ideas y conceptos.
La base de los NFT es la tecnología blockchain: una base de datos distribuida que garantiza la transparencia y la inmutabilidad de los registros. Cada NFT contiene un identificador único y metadatos que se almacenan en la blockchain. Esto proporciona la posibilidad de verificar la autenticidad del token y rastrear su historial de propiedad.
La plataforma más común para la creación y el comercio de NFT es Ethereum, pero también se utilizan otras blockchains como Solana, Tezos y Binance Smart Chain. Los contratos inteligentes que funcionan en estas plataformas automatizan los procesos de creación, transferencia y venta de NFT.
Como ya se ha mencionado, las criptomonedas comunes se pueden intercambiar entre sí: por ejemplo, si una persona tiene 1 BTC y lo cambia por otro, seguirá teniendo 1 BTC. En este sentido, cada NFT es único y no puede ser sustituido de forma igualitaria por otro, a menos que ambas partes lleguen a un acuerdo en el precio y decidan intercambiar tokens no fungibles.
El proceso de creación de un NFT se llama "minting" (del inglés mint – acuñar). Incluye los siguientes pasos:
Tras completar estos pasos, el NFT queda disponible para su venta o transferencia a otros usuarios.
Todo el problema de cualquier cosa que se use dentro de un NFT radica en que los tokens no fungibles no son considerados por ningún país como una confirmación oficial de ello. Supongamos que usted obtuvo un NFT con los derechos de una composición y quiso recibir un porcentaje por el hecho de que se use en algún lugar. Pero quienes usan la composición pueden negarse legalmente a pagarle nada, ya que el NFT no es oficialmente un método de confirmación del derecho de propiedad.
Consideremos varias esferas de aplicación de los tokens no fungibles:
Dos esferas en esta lista que no está claro cómo llegaron aquí son la educación y la medicina. Aun así, las instituciones de carácter estatal rara vez recurren a soluciones NFT, aunque al mismo tiempo utilizan activamente tecnologías blockchain.
Una de las formas más comunes de ganar dinero con NFT es la compra de tokens con su posterior venta a un precio más alto. Esto requiere un análisis del mercado, comprensión de las tendencias y la capacidad de predecir qué tokens pueden subir de precio.
Este tipo de ingresos está disponible incluso en 2025: y aunque los cazadores de NFT no obtendrán hoy los mismos beneficios de la reventa que podrían haber obtenido hace unos años, esto no significa que no existan en absoluto.
Los artistas, músicos y otros creadores pueden crear sus propios NFT y venderlos directamente a los compradores. Esto permite monetizar su creatividad y establecer una conexión directa con la audiencia.
Cabe considerar que esta opción solo debe ser contemplada por aquellas personas que realmente tienen algo que ofrecer. En el mercado se venden cientos de miles de NFT que no le interesan a nadie, pues fueron hechos por personas comunes que plasmaron imágenes simples o algo más. Por supuesto, hubo casos en los que una persona común ganó bien con un NFT recién creado, pero eso es más bien una excepción y no la regla.
Los desarrolladores, diseñadores y especialistas en marketing pueden ofrecer servicios de creación, promoción y venta de NFT para otros. Esto incluye el desarrollo de contratos inteligentes, diseño de tokens, campañas de marketing y otros servicios relacionados. Quizás esta sea hoy la forma más realista de ganar dinero con tokens no fungibles.
El mercado de NFT conlleva ciertos riesgos:
Los NFT son adquiridos por categorías de usuarios muy diversas:
El coste de un NFT depende de multitud de factores: singularidad, fama del autor, relevancia del tema, limitación de la edición, hype e incluso memes. Los precios varían desde unos pocos dólares hasta millones. Por ejemplo:
Para la compra y venta de NFT existen plataformas y marketplaces especiales. Estos son los más populares:
Y aunque el futuro de esta esfera es incierto, en el momento actual (primavera de 2025) los NFT ya no se perciben simplemente como "imágenes por millones". Es una herramienta completa de propiedad digital, activos e identificación.
Tendencias clave:
Muchos expertos creen que en los próximos 5-10 años el NFT se convertirá en una parte integral de la identidad digital de cada persona: desde datos médicos hasta la licencia de conducir.
El NFT no es solo una tendencia digital de moda, sino una tecnología con un potencial enorme que ya está cambiando las ideas convencionales sobre la propiedad, la creatividad y la interacción digital. En 2025, sale de los límites de los tokens coleccionables y se convierte en parte de los ecosistemas Web3, metaversos, educación, finanzas e incluso la administración pública.
Solo queda esperar que un desarrollo tan prometedor no se quede en los márgenes del mercado cripto, sino que encuentre su propia aplicación y una multitud de consumidores.
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